Versículo bíblico: Jueces 20: 27-28- "En aquel tiempo, el arca del pacto de Dios estaba en Betel, y su sacerdote era Finees, hijo de Eleazar y nieto de Aarón. Y los israelitas consultaron al Señor: “¿Debemos atacar una vez más a nuestros hermanos de la tribu de Benjamín, o es mejor que nos demos por vencidos?” El Señor les dijo: “Atacad, que mañana yo os daré la victoria.”
Reflexión:
El pueblo de Israel había sido alertado de un horrendo crimen que había ocurrido en sus tierras y del cual la tribu de Benjamín estaba siendo cómplice. Una mujer había sido violada y muerto como resultado de los golpes y el maltrato recibido. El resto de las tribus de Israel pidió a la tribu de Benjamín que entregará a los responsables de este crimen pero, ellos se negaron y en cambio se prepararon para la guerra. El pueblo de Israel consultó a Dios para saber cómo atacarían y Dios les respondió. Dos veces consultaron a Dios y esas dos veces fueron derrotados por la tribu de Benjamín. Luego de esas dos derrotas, el pueblo de Israel vuelve a pedirle a Dios dirección para esta guerra y en esta ocasión Dios les responde de forma contundente y al siguiente día les da la victoria.
Quizás podrás preguntarte porque en las primeras dos ocasiones que atacaron no tuvieron éxito si Dios les había aprobado sus acciones y les había dicho que les daría la victoria. Pudiera parecer que no tiene sentido que Dios les dé su respaldo para que obtengan, no una sino dos derrotas consecutivas. Pues muchas veces podemos sentirnos como el pueblo de Israel en ese momento histórico. Dios nos ha dado promesas, nos ha hablado de su propósito, nos ha enviado a cumplirlo y nos encontramos en un escenario que refleja todo lo contrario a lo que Él nos dijo. Sentimos que ya no podemos más, que han sido muchas las derrotas, que no vemos la luz al final del camino y hasta pensamos que Dios se pudo haber equivocado. Pero no, no te des por vencido porque si una cosa podemos aprender de esta historia es que podrás perder una batalla, quizás varias, pero ganarás la guerra.
Cuando Dios pelea a tu lado tienes asegurada la victoria. Dice la palabra en Proverbios 24:16 que "aunque siete veces caiga el justo, siete veces Jehová lo levantará." No importa cuántas veces hayas ido a la batalla y obtenido los resultados no esperados, no pierdas tus fuerzas, no desesperes, no desmayes, no cuestiones o te enojes si no se paciente como dice el Salmo 40:1, "Pacientemente Esperé a Jehová y se inclinó a mí y escuchó mi clamor." Haz como el pueblo de Israel que volvió a buscar la presencia y la dirección de Dios. En ocasiones desmayamos porque Dios nos da una palabra y esperamos verlos resultados rápidamente, tenemos que entender que todo es en el momento perfecto de Dios y recordar que Dios nunca miente. Las primeras dos ocasiones Dios les había dicho que les daría la victoria, pero no cuando. En la tercera ocasión Dios sí les indicó cuando les daría la victoria y así lo hizo. Muchas veces Dios permite que perdamos algunas batallas para que aprendamos a depender completamente de Él y para que reconozcamos que es Él quien obra a favor nuestro. Lo más importante es que como dice en 1 Corintios 15: 57-58, vivamos dándole gracias a Dios que nos da la victoria por medio de Jesús y nos mantengamos firmes y constantes recordando que podremos perder alguna batalla pero seguramente ganaremos la guerra.
Adoración: Rodeado [Así peleo mis batallas] - Su Presencia (Surrounded - Uperroom) - Español | Música Cristiana
Oración: "Señor, gracias por tu amor y tu gracia. Estoy agradecido porque sé que no importa el resultado o las circunstancias que vea sé que Tú nunca me has dejado. Ayúdame a seguir confiando en tí y peleando cada batalla que se presente con valentía y la certeza de que Tú me darás la victoria. En el nombre de Jesús, Amén."
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